¡Ríndete, congestión!
Estas son situaciones que no deseamos pero que asumimos. Y las sobrellevamos moderadamente, siempre y cuando consideremos que no duran más de lo que deberían, cuestión que no se contempla en ningún lugar pero que, a ciencia cierta, nosotros conocemos y nos aseguramos de hacer ver cuando exclamamos nuestro:
- ¡Ya, hasta aquí hemos llegado! – expresión que, en el caso del atasco vial, sería correcto literalmente.
Ciertas situaciones que se alargan en el tiempo y no canalizamos bien, derivan en congestión.
- ¿Esto es un síntoma? –
- Si experimentas últimamente estos cambios repentinos a menudo, sí.
Nuestra mente criba aspectos que nos superan para evitar mensajes de “espere, cargando" continuos. Para ello usa el olvido, el “ te oigo, pero no te escucho”, “ no tiene importancia” o el típico “ ésto para mañana”.
La expresión : - ¡Ya, hasta aquí hemos llegado! – es la externalización de nuestro atasco emocional. Nuestro fiel ordenador, tras dejarnos minutos en espera, confirma lo esperado “cierre la aplicación, bloqueado“.
Nuestra nariz es un riego de goteo constante y la desesperación nos provoca taponarnos ambos orificios con papel, los cuales estamos decididos a reemplazar en unos minutos pues nos hemos hecho con varios rollos de la despensa…-
- ¿Cómo se sale de esta situación?-
- Mírate al espejo urgentemente. ¿ Tu problema no era el del goteo? Da igual. Ponte papel en las napias y corre a mirarte. Este eres tú y así te vemos. –
- ¿Ridículo?-
- Tus resultados con la mente enfrascada son ridículas porque actúas ineficazmente.-
-Me miraré al espejo más a menudo.-
- Reconocer es el primer paso.
Demuestra buen disposición y alerta para recibir todos los cambios necesarios y atesorarlos.
¡Ríndete, congestión!-
Soy Coach Lau SCL
Imagen 1:
Comentarios
Publicar un comentario