¡Arden mis fogones!

https://pin.it/3VM6ij3

- He soñado que era mi propio jefe, con un local a rebosar de bocas hambrientas.

A la entrada del local se lee: "Hoy es un buen día para comer bien"

Las comandas llegan a cocina y empezamos el turno con buen ritmo. Van saliendo las ensaladas, pinchos y bebidas..

Los cocineros trabajan entre bromas y la música de fondo crea un ambiente de actividad. 

¡Vamos bien!, animo mientras canto los segundos… 

Pero, poco a poco se enreda la cosa: los pedidos regresan a cocina con quejas, las comandas se acumulan, los camareros se enfurruñan entre sí y parece que hasta la música de fondo sienta mal. Algo se cae y prende fuego…

Me he despertado gritando: - ¡Arden los fogones, salgamos de aquí!-



- ¿Cómo se siente al despertar así?-

- Cansadísimo, doctor. -

- ¿Cree que podría haber hecho algo diferente para no acabar así?-

Por supuesto, debería haberme despertado antes. Jaja -

(El doctor me mira sin expresión identificable. Ha pasado una hora y nos despedimos)

...

Soy dueña de mi propia vida

Tal vez no eres chef o jefe de un negocio pero, ERES DUEÑO DE TU PROPIA VIDA. TU MAYOR INVERSIÓN. 
Puedes cambiar tu realidad pero, a ser posible, no huyendo. 

• La cocina, centro de mi ser, recibe continuamente estímulos. Y yo, cual cocinera, respondo a ellos: Los elaboro y presento en forma de miradas dulces, palabras agrias o gestos salados, según interprete la comanda.

Y es que, todo se analiza aquí dentro en forma de emociones y no como simples ordenes. 
• Soy un ser humano, mucho más que un cerebro controlando procesos.

• Y cuando sí actúo de forma mecanizada por largo tiempo y me conformo con terminar tareas que tacho cual comandas, porque la vida “no me da pá más”, aunque aparentemente acorto el proceso ahorrándome sentir, me quemo.
Este mecanismo está preparado para usar en casos de peligro o estrés circunstancial. A largo plazo es una bomba de relojería. 

Ahora que ya sabemos por qué se nos ha quemado el fogón, vamos a entrar de nuevo y arreglar la faena.

Un alma quemada solo se limpia frotando mucho pero, no lo alargues tanto y olvides que solo es un paso del proceso. Aprende a perdonarte. 
Usa la motivación y compromiso renovados.
•  La constancia tiene que ser mi mayor aliada desde ahora, si no quiero usar extintores cada dos por tres. 

Debo prever los momentos susceptibles de provocar fuego emocional en mi vida.


1- Visualizo la tostada perfecta

Un buen ejercicio es recordar esa última vez  que quemaste la tostada y, arreglar el final como desearías que hubiera ocurrido. Visualiza tu meta.



También puedes anticipar una escena que aún no ha acontecido. 
Esta técnica te permite practicar todas las veces que necesites e ir amoldando tus emociones. 
• Me visualizo en el lugar, imagino a la gente que me rodea, como me siento, que música se escucha, si hace frío o calor, me centro en qué hago yo y lo bien que resulta.
• Me pregunto a mí misma por los aspectos importantes, para asegurarme de que cumplo con mis estándares de calidad.
• Puedo elaborar diferentes historias para anticiparme ante imprevistos. Hay tantas historias como formas de quemar o no una tostada.

2- Tostadas con tostadas

Dicen que “pan con pan, comida de…” pero en este caso lo inteligente es ir paso a paso o de plato en plato. Y, si tienes que juntarlos, que sean todos de tostadas, o todos de alubias, o todos de paella. Ya me has entendido. 
Es un hecho el que nos empeñamos en realizar varias tareas a la vez y hasta fardamos de mayor capacidad o inteligencia. Pero, tu cerebro no está preparado para hacerlo continuamente. Volvemos a lo mismo: Un rato vale pero, esta pasión por los malabarismos quema a la larga. 
La solución: Realiza una tarea y táchala. Empieza la segunda, termínala y táchala. 
Cuando tus tareas sean más que simples tareas, divídelas en partes y tacha cada porción que termines.
Si estás muy atareado, descubrirás que así se avanza más y te sentirás más realizado.
A tu cerebro le gustan las tareas terminadas y son las que recompensa. Por ello, si tienes más tareas terminadas, mayor satisfacción. 

• Recuerdo por qué hago lo que hago. No se trata de estar ocupado porque sí. Así que, no me dejo atrapar por el hábito y cuando ya no tiene sentido, ¡Dejo de hacerlo! 
Pues, ¿No tienes un adolescente en tu casa al que sigues preguntando si se ha lavado los dientes, si ha hecho la tarea..., y que te responde, - que sí mamá, que ya lo se y ya lo he hecho-? Será que ya no hay que seguir insistiendo. 

3-  ¡Arden mis fogones!

Ahora sí: ¡Arden mis fogones! Pero esta vez no se quema nada.
Visualizar, tener presentes tus metas y trabajar tarea por tarea, te esquivarán muchos contratiempos. 
Ya sabes, tu creas tus sueños y también puedes modificarlos.

Más tácticas en mi próxima entrada. Te espero.


Soy Coach Lau 
SCL



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Mi (IM)PERFECCIÓN en juego: esTRATEgia vs esTETRISgia

FLOWER- FLOW